El encargo del proyecto de la Casa Maichidaleo nace marcado por el inmenso deseo de sus propietarios de trasladar su vivienda habitual al campo.
Se han comprado una parcela de 2.500 m² con unas fabulosas vistas al Picu´l Sol y también al mar. El terreno presenta un importante desnivel de 6 metros, y el acceso está en la parte más baja. Elegir la ubicación correcta para la vivienda es clave.
Nuestros clientes disponen de un presupuesto altamente limitado, lo que nos lleva a buscar la organización más compacta posible para todos sus espacios. Pero intentando que no por ello tengan que renunciar a ninguna de sus ilusiones: el cenador, la sala de juegos, una cocina con una generosa isla de trabajo, etc.
La vivienda tiene que ser además accesible y estar preparada para futuros usuarios de silla de ruedas.
Estas importantes limitaciones nos llevan a trabajar desde un primer momento en la planta de la vivienda, en busca de la solución que mejor optimice la superficie construida. Y a partir de ella delimitar el volumen compacto que la contendrá, y que poco a poco tallaremos.
El primer tallado de ese volumen nos lo marca la propia normativa urbanística en núcleo rural, que obliga al uso de cubierta inclinada de teja, así como al de otros acabados estéticos muy concretos que mantengan la uniformidad tradicional de la zona.
En este caso son precisamente las restricciones de partida las que van a ayudarnos en la búsqueda de la solución.
estudio bher 
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